A menudo conozco a parejas en las que cada uno proviene de diferentes lugares del mundo. Me fascina esta experiencia, ya que este tipo de bodas poseen una riqueza cultural sin precedentes, y más todavía cuando hablamos de culturas totalmente distintas.
Como es comprensible, es muy probable que los familiares y amigos de cada cuál hablen diferentes idiomas y, aunque con un par de copas todos hablan el mismo idioma, es posible que a las parejas os genere cierta incertidumbre cómo organizar una ceremonias bilingüe.
Pues bien, tras más de 9 años de dedicación y celebración de bodas bilingües aquí van algunas magníficas ideas para que todos los invitados puedan seguir perfectamente la ceremonia y disfrutar la experiencia en su totalidad.
1. Escoger un lenguaje principal.
Lo más acertado es escoger un idioma único en el que desarrollar la ceremonia.
Debemos evitar hacer traducciones instantáneas o repetir el mismo discurso en otra lengua, ya que provocará que el discurso pierda fluidez y esa magia tan importante en ese día.
2. Traducir solo los momentos más importantes.
Para que todo el mundo pueda seguir la estructura de la ceremonia, no está de más aprender unas frases en el idioma secundario para que todo el mundo pueda entender en qué momento de la ceremonias estamos o al menos comprender qué es lo que está a punto de suceder.
Si se emplea el sentido del humor, incluso provocarás alguna sonrisa entre los invitados que hablan otro idioma al escuchar tu acento.
3. Traducción en papel de la ceremonia
Esta opción, pese a ser válida, no es mi favorita, ya que muchas veces los invitados prefieren prestar atención a la ceremonia aunque no entiendan exactamente lo que se dice.
Para mi sorpresa, a lo largo de estos años, han sido muchas las personas que se han acercado a mi tras terminar la ceremonia y me han dicho algo como: «No he entendido ni una palabra, pero no ha sido ni siquiera necesario».